¿Cómo sabemos que estamos estresados? Bueno, lo sabemos cuándo se manifiestan varios síntomas como dolor de cabeza, tensión o contracción muscular, insomnio, palpitaciones, somnolencia durante el día, hormigueos y también conducta irritable.   El estrés es vital para responder a emergencias, pero no para responder de forma sostenida a presiones psicológicas o sociales. Estrés sostenido significa crónico, y se vuelve crónico al postergar el tratamiento de los síntomas que fueron mencionados. Y se complica más porque el estrés crónico trae como consecuencia enfermedades como gastritis, caída de la inmunidad, artritis, alta presión arterial, incluso, ideas suicidas. Un estrés intenso también activa enfermedades genéticas como la depresión o la diabetes.

Arturo Archila/Psicólogo Clínico