El trastorno con Déficit de Atención e Hiperactividad es un problema psiquiátrico grave que afecta un alto porcentaje de la población infantil  en todo el mundo. La consecuencia discapacitante de esta enfermedad en los niños, es la dificultad de aprendizaje y la de socializar sin trasgredir o afectar a otras personas.  Lo dramático de esta enfermedad es que la mayoría de padres ignoran que sus hijos la padecen o minimizan las consecuencias.  Por si esto fuera poco, en cifras internacionales se calcula que de cada tres afectados uno es un niño pobre, es decir con menos probabilidad de tener tratamiento, ya que esta enfermedad demanda muchos recursos que implica terapia psicológica y tratamiento farmacológico.  Contrario a lo que se crea, este trastorno no es nuevo ni un invento de la psiquiatría; el déficit de atención e hiperactividad es suficientemente conocido y estudiado en la literatura científica desde hace más de cien años.