Hay una especie de supermercado terapéutico que nos ofrece miles de terapias. Es probable que en la mayoría de ellas haya algo de verdad y mucho de mentira, creencias, ritos y supersticiones. Los seres humanos vivimos con tanta angustia y confusión que buscamos alivio de cualquier forma, nos refugiamos fácilmente en cualquier tipo de creencia psicológica, religiosa, política, metafísica, esotérica. Pero las creencias son como la ropa, nos podemos ver bien con ella, nos podemos sentir bien con ella, pero no transforma nada sustancial, en lo profundo uno continúa siendo el mismo.