Eso que la mayoría llamamos vida, no es vida.  La vida se ha convertido en algo monótono y aburrido: Basta echarle una ojeada a nuestro diario vivir para darnos cuenta que tiene muy poco significado. Una vida rutinaria que además se acompaña de ansiedad, rabia, miedo, tristeza y grandes cantidades de estrés. ¿Y mañana que vamos hacer? Pues lo que hicimos ayer.  ¿Puede terminar esta batalla que llamamos vivir?