Vivir sin ansiedad no es posible, puesto que la ansiedad es un mecanismo importante del sistema nervioso. El problema es que la ansiedad como función está alterada, produciendo en nosotros un desgaste constante e innecesario. ¿Es posible vivir con el mínimo de ansiedad? ¿Es posible trasladarse de un estado de ansiedad a otro estado mental de quietud y serenidad?  Tenemos que observar cuales son las fuentes externas más frecuentes de ansiedad y de ser posible evitarlas. La fuente interna está compuesta de pensamientos inútiles, que también hay que observar. Por otro lado, hay que considerar son seriedad, aquellas fuentes de energía que ayudan a disminuir el umbral de ansiedad: aprender a descansar profundamente, recuperar el buen sueño de 8 horas, buscar más el silencio que el bullicio y ante todo, aprender a relacionarnos con todos, de manera adecuada, respetuosa, honesta y compasiva. El pensamiento inútil y repetitivo es el mejor aliado que tiene la ansiedad. El pensamiento debe ser observado en Percepción Unitaria, sin ninguna pretensión de oprimir o controlar.  En la totalidad de la observación descubriremos que el pensamiento y el observador son lo mismo y que es la separación el origen del conflicto.