Algunos padres y muchos de nosotros perdemos la noción de lo que nuestros hijos deben aprender y a la edad que lo deben de aprender. Muchos centros educativos que ven la educación como negocio, amparados en docenas de técnicas de estimulación temprana (algunas dudosas), ofrecen a los padres del niño pequeño de 2, 3 o 4 años: aprendizaje de lectura, idiomas, contar hasta 100, aprender a escribir y un sin fin de monerías más. Somos una cultura tan competitiva que hasta nuestros niños en edad preescolar se han convertido en trofeos para presumir. Como si fueran mascotas para compararlos con otros niños y los vea el primo, la tía, los abuelos o los vecinos. Y no es que sean más inteligentes; porque la inteligencia que se cultiva deja serla. ¿Es un abuso sutil que al niño preescolar se le fuerce en un aprendizaje sistematizado? Lo que los padres si tienen que aprender es que lo más importante que necesita un niño pequeño para su bienestar, demás de pan, abrigo y refugio, es jugar a sus anchas y mucha dedicación y amor. Deben saber que todo niño sano se desarrolla y aprende a su propio ritmo. Que ser el niño más listo o más estudioso nunca ha significado ser el más feliz y que los niños merecen vivir rodeados de libros educativos, naturaleza, utensilios artísticos, paz, silencio y de libertad para explorar.
Comments (3)
El problema Athus, es que los que manejan la educación han llegado a tal grado de descaro y desverguenza, que la educación preprimaria la usan como un medio de extorsión. Ahora te dicen que el niño que no haya hecho, nursery, pre kinder, kinder, prepárvulos y párvulos, llega en desventaja a primero. jajajajajjaja. Y nosotros los pobres padres, asustados, no nos queda más que rendirnos ante la autoridad de los educadores y condenamos a nuestros hijos a mas de 25 años de escuela.
Saludos. (No me pude resistir)
Gracias por tu comentario David. Y por no poner resistencia.
Excelente el video, Arturo.
Me gustó mucho.
La sociedad planetaria está basada en el premio y castigo, sea en la familia, educación (con su sistema evaluativo) o trabajo. La competitividad nos divide a los seres humanos, es el gérmen de la guerra.
Un gran abrazo
Alberto