Si bien es cierto el desarrollo y la maduración del cerebro se puede apreciar desde la perspectiva de algo que sucede en un intervalo de tiempo, también es importante considerar que reducir todo el campo de la psicología a procesos, es un grave error que ha llevado al ser humano a creencias que le impiden la transformación psicológica.  De hecho, nadie cambia con el tiempo, es la idea del tiempo quien crea esa ilusión

 Cuando uno comprende la importancia de transformarse psicológicamente,  invariablemente piensa que eso sucederá poco a poco, es decir con el tiempo. La postergación está sustentada precisamente en esa idea, donde el mañana adquiere una dimensión que congela al hombre por años o para siempre.  Toda transformación es ahora o no lo es, y no hay nada que lo impida excepto la idea de que llevará un proceso.

El problema es que la psicología (con excepción de la Psicología Holokinética, la psicología científica del siglo XXI) ha implementado estudios de los llamados “procesos cognitivos” alcanzando conclusiones que lamentablemente no incluyen la comprensión completa del tiempo , asunto de suma importancia que a partir de David Bohm cambia la física  en el fundamento de que la realidad es indivisa. 

 En lo que se refiere al cambio o a la transformación psicológica del ser humano, la idea de que todo cambio sucede con el paso del tiempo, es más bien una trampa o el engaño más terrible que se puede tener.  El tiempo es un movimiento que el hombre ha dividido en pasado, presente y futuro y esta división constituye nuestra propia cárcel psicológica. Es importante descubrir por si mismos que la división que hacemos del tiempo es la fuente principal del conflicto, el sufrimiento y el dolor en todos nosotros.

 Todo cambio psicológico sucede ahora o no sucede.